martes, 28 de diciembre de 2010

A veces hasta la mejor de las personas toma decisiones precipitadas, malas decisiones, decisiones de las que somos conscientes que nos arrepentiremos a la mañana siguiente; bueno tal vez no del todo, pero aún así, decidimos hacerlo de todos modos. Lo que quiero decir es que, ''recogemos lo que sembramos''. De una forma u otra nuestro Karma nos obligará a enfrentarnos a nosotros mismos, podemos mirar al Karma a los ojos o esperar que nos ataque por la espalda. De un modo u otro nuestro Karma acaba encontrándonos. En realidad no podemos quejarnos de nuestro Karma, no es injusto, no es inesperado, sólo iguala la balanza

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales