No importa lo fuerte que seamos, los traumas siempre dejan cicatrices. Nos complican la vida con dolor, miedo, miseria, pero quizás pasar por eso nos hace seguir viviendo, es lo que nos empuja.
Tal vez necesitamos complicaciones para asumir responsabilidades.
Cuando estamos demasiado cansados para luchar más... Nos rendimos.

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